Llámame por tu nombre.

Hola lectores!! Hoy traigo algo diferente, la reseña de una película.

Pero no cualquier película, si no una de la que se está hablando mucho últimamente a la que el título de este post hace alusión.

Llámame por tu nombre (call me by your name, en su título en inglés), es una adaptación al cine de la novela  romántica escrita por el estadounidense André Aciman, la cual ha tenido varias menciones y buenas criticas. La película fue dirigida por Luca Guadagnino y escrita por James Ivory.

Quiero destacar antes de seguir, que no leí el libro (todavía). No quiero hacer spoiler ni contar toda la película, si no dar un pequeño resumen sobre lo que percibí y sentí con esta película.

La historia se sitúa en el norte de Italia y transcurre en la época de los 80, se trata del amor, de la sensibilidad y los sentimientos, de la naturaleza del ser humano, y se transmite, en mi opinión, de una forma muy natural, cuidada y armoniosa.

Este amor, se da entre Elio (Timothée Chalamet) un adolescente de 17 años, y Oliver (Armie Hammer) un estudiante de posgrado, quien es invitado como pasante por el padre del primero.

Al principio a Elio le molesta un poco la actitud de este huésped, quien tiene una personalidad muy masculina y muy segura. Lo observa y genera en él sentimientos que no había conocido todavía.

Oliver quien parece muy liberal y despreocupado, conquista sutilmente la atención de Elio, salen juntos por los pueblos en donde le muestra algunos lugares históricos de la zona, que por cierto, son escenarios realmente hermosos y muy bien elegidos.

Las imágenes que muestra la película, los paisajes, la naturaleza, desde la casa en donde viven Elio y su familia hasta los lagos y ríos, todos son complementos que hacen aún más interesante esta historia y dan ganas de conocerlos de verdad.

 

La época está bien representada, el vestuario, los peinados, la música que juega un papel muy importante, ya que Elio toca la guitarra y el piano y en varias oportunidades lo vemos con su walkman y sus auriculares puestos, era la era del cassette.

Algo que me llamo la atención es, la fusión de los idiomas, ya que hablan en inglés e italiano, no me disgusto para nada escuchar la mezcla de estas lenguas, otra característica que la hace  interesante.

Estos personajes se vuelven bastante cercanos, y poco a poco Elio confiesa sus sentimientos hacia Oliver, que también ha dado indicios de que le gusta. A escondidas encuentran momentos en donde muy cuidadosamente llevan a cabo su relación.

Si bien este romance es corto, es muy especial y genuino, es amor, del que se siente con todo el cuerpo y te deja un sabor a poco en la boca, porque si fuera más ya no tendría sentido y seria simplemente una historia cualquiera. Me gustó mucho el enfoque que tiene, porque no es lo que “estamos acostumbrados a ver” pero es lo que nos rodea, el amor entre personas, más allá del género, más allá del hetero o del homosexual. Los sentimientos son bien expresados y lo sexual está latente todo el tiempo pero de una forma tan natural que no se ve sucio.

Para terminar les cuento que no tiene un final feliz de cuentos de hadas, pero aun así es lindo.

Espero que mi reseña les guste y les den ganas de ir a verla, se las recomiendo desde mi más sencillo punto de vista, como buena espectadora.

Los saluda,

La chica de Rayas.